Fukushima, mon amour
Y ruge el mar y las olas
invaden el litoral
y anegan la normalidad.
Y ruge el mar y la tierra
sigue abriéndose en canal,
engullendo la normalidad.
Y ruge el mar y el cielo
se abre para mirar, los rostros
muertos de soledad.
Y muere el día y el barco
y la flor de los cerezos
y crecen los "hombres blancos"*.
Y mueren los niños, los viejos
por el mar, por el camino
de muerte nuclear.
Y se muere la fruta y los viejos
lloran, porque no lo verán,
porque no los verán madurar,
ni a los frutos ni a los nietos.
Los mató lo nuclear.
Y ruge el mar y las olas
de gente que viene y va,
huyendo de la muerte
nuclear.
Y no comen fruta, ni verdura,
ni se pueden abrazar
con los que viven cercanos
a la central nuclear.
¡Ay, Fukushima, mon amour!
Je t'aime. J'étais si près de toi...
Tu fais que je mors près de toi.
¡Ay Fukushima, mon amour!
Je te déteste. Je pars loin
mais toujours je serai prés de ton âme.
¡Ay, Fukushima!
*hombres blancos: técnicos con trajes antiradiación