Encerraduras
De siempre las cerraduras
sirvieron más bien de poco;
pues para puertas comunes
tenemos la llave todos.
Cinturón de castidad
labios cosidos, grilletes,
esposas, lenguas cortadas,
recias rejas, tapias altas;
nada podrá si queremos
acallar nuestras gargantas.
Los árboles crecerán
por encima de las tapias.
Enciérrame si lo quieres
en un cuarto sin ventanas
y los recuerdos serán
quienes liberen mi alma.
gracias por tu invitacion y animo para que sigas durante mucho tiempo sin cansarte, sin aburrirte, sin los desanimos que da esta labor solitaria, sin saber cuanto gusta o disgusta, vamos, que espero seguirte leyendo mucho aunque sabes que no soy mas que un amigo y un compañero,
ResponderEliminarun saludo y un fuerte abrazo LUIS